La demanda doméstica podría seguir perdiendo terreno durante 2022, debido a la pérdida de poder adquisitivo de la población.
El comercio de carne vacuna comenzó el año con indicadores en baja. A nivel nacional, la faena fue de 971.800 cabezas, 2,6% inferior a la de enero del año pasado, lo que se reflejó en una producción de 223 mil toneladas de carne, 2,5% menos en la comparación interanual, según datos de la industria frigorífica
A partir de esta oferta de carne, el consumo por habitante fue de 40,8 kilos por persona, lo que muestra una retracción de 1,8%.
Mientras tanto, las exportaciones sumaron 65 mil toneladas res con hueso, con una retracción del 6,2% respecto a 12 meses atrás.
¿Qué puede pasar en 2022?
Para lo que resta del año, el comercio de carne se desenvolverá en un escenario con menor oferta, debido a las consecuencias de la sequía y de los incendios en Corrientes, una provincia netamente productora de ternero. Se estima que este año faltarán 600 mil animales.
A partir de este condicionante, los analistas consideran que las exportaciones continuarán en valores similares a los del año pasado, y el consumo interno perdiendo terreno (por una cuestión de la caída en el poder adquisitivo) respecto al pollo y el cerdo.