Las restricciones a las exportaciones seguirán hasta el 31 de octubre; el novillo argentino pierde competitividad en la región.

Como era de preverse, el Gobierno nacional decidió prorrogar hasta el 31 de octubre el cepo a las exportaciones de carne, medida que obliga a los frigoríficos a enviar a la exterior el 50% del volumen de 2020.

Si bien los ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura de la Nación admitieron que la medida ayudó a reducir los precios, consideran que no están en condiciones aún de felxibilizarla.

Ante ello, la mesa de enlace y la industria frigorífica rechazaron la decisión, al tiempo que los productores presionan a los dirigentes para tomar medida de fuerza en contra de la resolución oficial.

Impacto

Mientras sigue vigente la intervención, la cadena de ganados y carnes sufre sus consecuencias. En los primeros eslabones, los productores afrontan desde mayo hasta ahora una caída en los precios del novillo y novillito de consumo de hasta 4,5%, mientras que la vaca consumo registra una variación del 0%. En ese mismo período, la inflación subió alrededor de 10%.

A nivel regional, los competidores de la carne argentina corren con ventaja ante la ausencia del producto nacional en el mercado. Debido a ello, Uruguay y Brasil muestran un alza en dólares del novillo de hasta el 10%, al tiempo que en Argentina retrocedió 8% desde que en mayo arrancaron las limitaciones a la exportación.

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