Las precipitaciones de febrero estuvieron por encima del promedio histórico y contribuyeron a aliviar el estrés hídrico y térmico que los cultivos sufrieron durante fines de enero y comienzos de febrero.
Según la última estimación de la Bolsa de Cereales de Córdoba, se espera una producción de 208 mil toneladas de girasol, volumen 7 % superior al alcanzado en la campaña pasada.
Maíz
De acuerdo la información brindada por colaboradores D.I.A, de la BCCBA, se observó de baja a media incidencia, oruga de la espiga (Helicoverpa zea), chicharrita (Dalbulus maidis), gusano cogollero (Spodoptera frugiperda).
En cuanto a enfermedades, baja incidencia de roya común del maíz (Puccinia sorghi), tizón del maíz (Exserohilum turcicum), y casos puntuales de spiroplasma kunkelii, cercospora zeae-maydis, y carbón de la espiga (Ustilago maydis).
Soja
En cultivos de soja se han reportado en baja presencia, trips (Thysanoptera), oruga medidora (Rachiplusia nu), oruga bolillera (Helicoverpa gelotopoeon), chinches, arañuela (Tetranychus urticae) en media incidencia, y algunos casos de tizón (Cercospora kikuchii), y mancha marrón de la soja (Septoria glycines).
Maní
En maní se registró arañuela (Tetranychus urticae) y viruela del maní en moderados niveles.
Sorgo
En sorgo, se observó en moderada presencia, pulgón amarillo (Melanaphis sacchari) y gusano cogollero (Spodoptera frugiperda).
Girasol
Según datos, hubo ataques moderados de oruga medidora (Rachiplusia nu) en cultivos de girasol.
Contexto climático
De acuerdo con los datos de la REM de la BCCBA, en febrero, las precipitaciones fueron superiores al promedio histórico, donde los departamenos que recibieron mayores acumulados fueron Santa María, San Justo, Río Primero, y Colón. Esto contribuyó positivamente con el estado general de casi todos los cultivos, que en su mayoría estaban atravesando períodos críticos o madurez.