Dispuesto a secar la plaza financiera de pesos y evitar así que se vayan al dólar, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) viene actualizando de manera significativa la tasa de interés que se paga por los plazos fijos.
Esta decisión de la autoridad monetaria no es gratuita; tiene su costo.
Para pagar un interés anual del 91%, los bancos deben cobrar más caro los créditos, con lo cual se ralentiza el desarrollo económico.
Luego de mantenerla seis meses en 75%, el BCRA aplicó en los últimos 60 días tres subas de tasas: el 16 de marzo, de 75% a 78%; el 12 de abril, de 78% a 81% y el 27 de abril, la más fuerte, de 81% a 91%.
¿Cómo impacta esto en los créditos?
Vale la referencia de la línea de inversión productiva, de la que participan bancos públicos y privados y que se fondea con el 7,5% de los depósitos.
En el caso de la línea para inversión, el costo del dinero pasó en la última suba de 67,5% a 74,5% y en la operatoria para capital de trabajo, le tasa subió de 77,5% a 86,5%.
Este mayor valor por el dinero provocará un desincentivo a la hora de invertir en bienes de capital, advierten los analistas.
Una reciente encuesta del movimiento CREA avala esta afirmación, ya que el 76% de los productores consultados asegura que no va a invertir en los próximos 12 meses.