Durante el último quinquenio, la FCA-UNC y Aceitera General Deheza SA, llevaron adelante un convenio específico de cooperación y asistencia técnica, que les permitió obtener excelentes resultados.
La intención es renovar el mismo, pero antes se hizo una presentación de los primeros logros obtenidos. El encuentro tuvo lugar este viernes en la Biblioteca de la Facultad, con la presencia de autoridades de esa casa de estudios, de AGD y de empresas que participaron del proyecto.
El acto fue presidido por el decano de la Facultad, Juan Marcelo Conrero, a quien acompañaron los ingenieros Carlos Marescalchi y Gustavo Rinaudo, por parte de AGD y los docentes de nuestra casa que encabezaron el equipo de trabajo: Dra. Alejandra Pérez, Ing. Ag. José Gamba, Ing. Agr. Camila Ilia y el Ing. Agr. Mauricio Sebastián y Pérez.
Al hacer uso de la palabra, el ingeniero Conrero dijo que “la Universidad tiene la obligación de hacer investigación y tener datos” y que el convenio permitió realizar las tareas en su Campo Escuela. Esto fue algo novedoso, ya que anteriormente había que trasladarse hasta las instalaciones de la empresa.
El decano destacó la confianza de AGD en la Facultad, y agradeció la posibilidad de desarrollar un cultivo que no era típico de nuestra zona. “Hoy hay datos”, dijo Conrero. “El maní es un cultivo que funciona muy bien en el centro norte de la provincia, que permite hacer un manejo rotacional, un manejo de enfermedades y plagas y a su vez dejar una rentabilidad”, agregó.
Durante el quinquenio, docentes, investigadores, técnicos y estudiantes, realizaron tareas en el Campo Escuela de Camino de los Remedios, siempre en vinculación con los profesionales de AGD.
El ingeniero Conrero también agradeció a la firma Colombo por su colaboración para obtener importante maquinaria.
El ingeniero José Gamba fue el encargado de hacer la presentación de lo realizado en estos cinco años. Recordó que cuando se firmó el convenio, la primera acción fue hacer un diagnóstico de la situación. Allí se determinó que el cluser manicero generaba cerca de 15 mil puestos de trabajo directo e indirecto; que el aporte del cultivo era de entre 800 mil y mil cien millones de dólares y que el maní es un demandante de mano de obra especializada.
Por su parte, Carlos Marescalchi, promotor del acuerdo, por parte de AGD, destacó que los resultados obtenidos fueron “muy promisorios” y resaltó el valor de los convenios público-privados. Egresado de esa casa en la década del setenta, recordó con nostalgia su paso por la FCA y dijo que “cuando uno recibe tanto de la Universidad pública, después tiene que devolverle algo” y ese es su compromiso en estos momentos. “Estamos convencidos de que la educación y la capacitación van a permitir desarrollar este país. Los países se desarrollan educación, con inversión, con producción. No hay otro secreto más que este”, finalizó.
Algunos datos para destacar
Para lograr esto, se establecieron algunas acciones, como jornadas demostrativas (se realizaron cinco), capacitaciones y trabajo de los estudiantes en el campo.
A lo hora de buscar números que ilustren lo conseguido, el ingeniero Gamba destacó:
* Se logró que 120 alumnos pudieran trabajar en los cultivos, obteniendo una importante capacitación en el tema, en el programa de Prácticas Profesionales.
* Se hicieron publicaciones en revistas científicas
* Dos tesis doctorales aprobadas y una en curso
* Se realizaron siete trabajos de fin de carrera
* Se presentaron 16 trabajos jornadas y congresos
* Cinco jornadas demostrativas
* Cinco proyectos de investigación de interés provincial y nacional
* El rendimiento promedio en los cinco años fue de 37 quintales en caja. Aquí se destaca que el segundo año hubo seca y el rinde fue de 10 quintales. “Estamos por encima de la media provincial”, explicó al respecto Gamba.
Durante estos años se logró la incorporación de una sembradora neumática; una pulverizadora autopropulsada; una pulverizadora a mochila para ensayos; dos arrancadoras; una cosechadora y diferente instrumental de medición para investigaciones.