Los datos que publica el INDEC dan cuenta de que la carne vacuna aumentó por debajo de la inflación promedio de mayo que se redujo a 4,2%.

El último informe con el relevamiento de precios del IPCVA da cuenta de que, una vez más, la carne actúa como ancla inflacionaria teniendo en cuenta el peso que tiene en la definición de este indicador.

En mayo la carne vacuna aumentó 3%, el pechito de cerdo bajó casi 1% y el pollo subió 4,7%. Es el tercer mes que sucede esto. La situación de cuenta del agotamiento que sufre el consumo interno.

La caída del valor del producto impacta sin dudas en la industria que ya no obtiene por los subproductos el recupero que lograba años atrás cuando el cuero, grasa y menudencias tenían valor y conformaban en quinto cuarto. Las condiciones del negocio cambiaron y su impacto ahora es casi insignificante y en muchas ocasiones la disposición de estos es más que nada un problema.

El castigo que la crisis le pega al consumo de carne afecta sin dudas a la industria que enfrenta cosos cada vez más alto: el incremento en tarifas energéticas fue brusco, aumentaron los combustibles que se utilizan en el reparto de carne y traslado de hacienda, siguen subiendo los salario y mientras tanto el ingreso no mejora lo que pone en riesgo a las empresas.

Esto les pega también a los ganaderos. El precio promedio del novillo en el Mercado Agroganadero de Cañuelas ronda los 1800 pesos, el mismo que se logró en marzo y apenas 100 pesos más que el de febrero. Esto da cuenta de que ya van 5 meses de estancamiento en los valores cuando por delante tenemos los meses de más oferta y por ahora no se observa la posibilidad de la que demanda interna mejore.

Fuente: FIFRA

 

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