En Córdoba históricamente se siembra algo más de 1 millón de hectáreas de trigo. El impacto de las condiciones climáticas en el ciclo 2022/23, recortó la intención llevándola a 825 mil has lo cual significa un recorte de 200 mil has. En garbanzo la superficie se extendió a unas 2000 has. Sin embargo, la reducción en términos comparativos con datos históricos, el recorte es de un 70 por ciento.

“En trigo venimos de una campaña anterior en donde la sequía marcó mucho la producción con un millón de toneladas, cuando el promedio histórico en Córdoba, siempre giró en torno a los 3 millones de toneladas. Este año de acuerdo al recorte de la superficie sembrada, se podría decir que la producción saldría impactada, pero hay que esperar a ver qué pasa con los rindes respecto de las lluvias ya que la humedad en los suelos, no es la adecuada por el momento”, manifestó Betina Burcher, especialista en trigo y garbanzo de BCCBA.

La campaña de garbanzo en Córdoba no ha sido buena y se esperan, condiciones adecuadas, para intentar revertir los números del ciclo anterior.

“Las condiciones climáticas adecuadas serán fundamentales. Hay que ver cuánto se cultivó bajo riego que no es un dato menor y las temperaturas, ya que los primeros garbanzos están entrando en su periodo crítico, que es cuando producen su flor, que son sensibles a las temperaturas extremas como sufrimos al principio de agosto. De modo que, habrá que seguir las temperaturas, las lluvias y el manejo agronómico”, comentó Burcher.

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