Por Alejandro Rollán

La cadena de ganado vacuno no pudo contra el alza generalizado de precios ¿Qué puede pasar en el segundo semestre?

En los primeros seis meses del año, la cadena de ganado y carne vacuna perdió contra la inflación. Esta derrota convirtió al producto en uno de los más competitivos dentro de la canasta de alimentos que consumen los argentinos y también generó quebrantos en algunos eslabones de la producción y de la industria.

Durante el primer semestre del año, el acumulado de inflación medido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) fue del 79,6%. En el mismo lapso, el valor máximo del novillito en el remate semanal realizado por la firma Consignaciones Córdoba en Jesús María, se actualizó 57%, mientras que el ternero lo hizo 31%.

En el mostrador y de acuerdo a un relevamiento mensual realizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA,) en bocas minoristas en Córdoba la carne vacuna se reajustó 27,2%.

A nivel de productor y luego de cuatro meses de márgenes positivos, los feedlot volvieron a tener en junio números de quebranto. Según la Cámara Argentina de Feedlot, los corrales perdieron $ 6.000 pesos por cada animal terminado.

La menor oferta de terneros ha comenzado a impactar en el negocio del invernador.

Por su parte, la exportación, tampoco traccionó. La cuota Hilton, en las primeras tres semanas del nuevo ciclo tiene un ritmo de embarque de 700 toneladas menos, respecto a igual período del año pasado.

En los primeros seis meses del año, los frigoríficos habilitados para el mercado europeo faenaron 1,2 millones de novillos pesados, 13% menos que en el primer semestre de 2023.

Para colmo, los analistas no observan factores de corto plazo que permitan revertir esta tendencia en los próximos meses.

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