Fijó volúmenes de equilibrio y prepara un fondo anticíclico para compensar a panificadores y avícolas.

Definido el esquema de regulación 2022 para la carne, el Gobierno avanzó en los últimos días con la intervención en el mercado de trigo y de maíz.

El primer paso lo dio con la publicación de la resolución 276/2021 que fija volúmenes de equilibrio para los exportadores de ambos granos.

En el caso de trigo, el cupo exportador fue fijado inicialmente en 12,5 millones de toneladas, mientras que para el maíz se dispuso un tonelaje para ventas al exterior de 41,6 millones de toneladas.

De esta forma, el Gobierno buscó formalizar lo que en la práctica venía sucediendo en los últimos dos años, cuando eran los propios exportadores los que autoregulaban las ventas al exterior.

La intervención se complementará con la puesta en marcha de un fondo anticíclico para compensar las compras de ambos cereales que realicen los panificadores y las avícolas. Sería, de acuerdo a los trascendidos, de 150 millones de dólares aportados por la exportación.

Sería similar al fideicomiso que rige desde febrero de 2021 para el aceite, a través del cual las compañías exportadoras aportan 29 millones de litros mensuales del subproducto vegetal al mercado interno a precios accesibles, a cambio de poder exportar.

Compartir