Sociedades Rurales del Noroeste cordobés emitieron un documento dado a conocer por la SRJM, en el que reclaman la declaración de Emergencia Agropecuaria por sequía.
En el documento titulado “Cuando la lluvia no alcanza”, las entidades expresan la preocupación de los productores ante la sequía que afecta a la región.
Texto completo:
Para los filósofos antiguos, Tierra, Aire, Agua y Fuego eran los elementos constitutivos de la Materia. Pues bien, si esos señores antiguos se encontraran hoy entre nosotros estarían frente a una encrucijada al NO HABER AGUA. Falta uno de los elementos, ergo, NO HAY MATERIA.
Este introito aspira a darle dramatismo a la situación que atravesamos por la falta de lluvia. Escuchamos decir: “ya va a llover y todo se normalizará”. Pues no es así. La naturaleza tiene su ciclo y cuando éste se altera, la normalidad se posterga.
A continuación, un análisis sencillo para una mejor comprensión:
Agricultura: respecto a los cultivos de invierno pronto a cosecharse (trigo), lo que se logró sembrar por disponer de una pizca de humedad, ya muestra disminuciones de rendimiento alarmantes.
En cuanto a los cultivos de verano (maíz y soja) no han podido sembrarse en aquellas latitudes donde el maíz, por ejemplo, ya debiera tener 60 días de implantado. Fenología alterada y reservas de humedad nulas propician un horizonte triste.
Ganadería (donde también incluimos la lechería): depende de pasturas implantadas o de siembras oportunas con previsión de reserva para el próximo invierno, que se encuentran en el dilema de “mantenerse en la huella” o mutar de sistema productivo.
Merece una consideración especial la ganadería que se desarrolla en el Norte y el Arco Noroeste de la provincia. La disponibilidad de forraje -pasturas naturales, gramíneas espontáneas, que el monte no interdicto nos brinda- desapareció hace tiempo y no hay miras de reactivación. Las lluvias postergadas no sólo demoran el inicio del proceso vegetativo, sino que, al acortar su ciclo natural, la producción final de forraje (materia seca/unidad de superficie) se resiente de tal modo que impacta en los diferimientos para reserva.
Pero agreguemos algo más como para “echarle sal a la matadura”. A la falta de lluvias le sumamos “heladas tardías”, combinación perfecta para retrasar, aún más, la recuperación de pasturas a la vez que condicionados por cambios de tiempo favorables, que no se vislumbran al momento. ¡Ah! Arroyos, vertientes, represas y diques, ausentes, completan la tragedia pues las economías regionales dependen del agua de riego, tanto de napas como de embalses. A esto último no lo tienen presente quienes definen sobre inversiones de obras, que es donde se construye el futuro.
Lo enunciado no es ninguna novedad, pero reafirma temas ya solicitados y nos permite sustentar nuestro reclamo. Los productores, todos, sin distinguir por actividad ni ubicación geográfica, ya resignamos producción; entonces, el gobierno de la provincia ¿está dispuesto a resignar ingresos declarando la EMERGENCIA AGROPECUARIA?
Para aquellos productores ganaderos del Norte y Arco Noroeste de la provincia, que en su mayoría están en la franja de “economías de subsistencia”, ¿podrá existir un paliativo para sortear el momento? Pedimos y requerimos pronta reacción por parte del Gobierno Provincial.
Sociedad Rural de Jesús María
Sociedad Rural de Cruz del Eje
Sociedad Rural Pampa de Pocho
Sociedad Rural Ganadería del Norte Dean Funes de Ischilín
Sociedad Rural del Oeste de Córdoba
ACIPRO (Asociación Civil de Productores del Depto. Río I)