El Gobierno de la Provincia de Mendoza solicitará que este año no se destine vino a mosto. Esto es en el marco del conocido acuerdo entre Mendoza y San Juan, por el que se busca mantener un equilibrio en los stocks destinando parte de la uva a mosto y a otros subproductos.  

Sin embargo, tras conocerse el pronóstico de cosecha emitido por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en donde se indica una merma de 23% para la provincia de Mendoza y de 21% a nivel nacional, desde la Provincia se evaluó que reducir aún más el stock vínico podría afectar negativamente los precios pagados al productor.

Vale recordar que recientemente tuvo lugar la Mesa de Concertación Vitivinícola, que tuvo como tema principal de debate los precios de la uva. Allí, los productores les refirieron a los funcionarios provinciales sus expectativas en cuanto a montos y alertaron sobre la posibilidad de que las bodegas importen uva para suplir la falta, con la consecuente presión sobre los precios a la baja.

Durante la mesa, los propios productores resaltaron la necesidad de contar con los datos difundidos por la entidad nacional e incluso remarcaron que deberían haber estado a disposición de todos los sectores con antelación para anticiparse a los hechos.

Ante esta situación, y tras conocerse que, según las estadísticas del INV, se espera que en Mendoza se cosechen 10.138.700 quintales, cuando hace un año la producción fue de 13.243.217 quintales, desde el sector esperan negociar precios en alza.


Nivel de incertidumbre de medición del INV  

El instituto informó que el promedio cosechado de los últimos 12 años, que abarca desde 2011 a 2022, es de 23.410.759 de quintales (qq). Se puede apreciar un desvío porcentual sobre el mencionado promedio de -34% respecto del estimado para 2023, lo que representa 8. 057.000 qq menos.

Al respecto, el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Martín Hinojosa, comentó: “Las contingencias climáticas, la disminución de la superficie implantada de viñedos y la carencia de agua para irrigar nos llevará a tener una de las vendimias más bajas de los últimos años. El clima nos está castigando cada vez con más frecuencia y frente a ello deberemos comenzar a trabajar en defensas efectivas y modernas que nos permitan darle lucha y seguir produciendo”.

“Nuestros productores han hecho, como siempre, todos los esfuerzos para sostener la actividad. La realidad de cosecha 2023 nos compromete, hoy más que nunca, a estar cerca y acompañando a toda la vitivinicultura argentina”, cerró.

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