El año pasado el nivel de actividad en los frigoríficos de la provincia fue récord; en cantidad de cabezas, el cerdo aventajó al bovino en un 30%.
Desde hace cinco años, la industria frigorífica de Córdoba viene con una mutación que tuvo, al menos por ahora, su punto de transformación más alto en 2023.
Tiene que ver con el récord de cabezas faenadas durante el último año, con una particularidad: la hegemonía del cerdo dentro de esa composición.
En 2023, el nivel de actividad de las plantas de faenas en Córdoba alcanzó a 2,305 millones de cabezas, 5,15% más que lo producido en 2022.
El dato para destacar es el crecimiento del cerdo, que lidera la faena desde 2019 de manera ininterrumpida. El año pasado se sacrificaron 1,305 millones de cabezas porcinas, 30% más que los bovinos.
De los 24 frigoríficos que faenan bovinos en la provincia, sólo seis son exclusivos de esa especia. El resto –18– son duales, es decir que faenan tanto bovinos como porcinos. Dedicados a la faena específica de cerdo son solo seis.
Entre las razones que justifican este crecimiento del cerdo está la demanda. A diferencia del bovino que necesita de la exportación para crecer, el cerdo en Córdoba crece al ritmo que lo hace el consumo doméstico, en especial por su llegada al Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba), donde tiene un mercado en expansión.