La superficie implantada con soja y maíz que se encuentra con problemas de déficit hídrico alcanza los 8,4 millones de hectáreas. El 77,4% corresponde a lotes sembrados con la oleaginosa y el restante 22,6% al maíz, estimó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

De esta manera, de las 23,6 millones de hectáreas que ocupan en conjunto estos cultivos, el 35,6% presenta algún grado de falta de agua que podría afectar los rendimientos.

No obstante este porcentaje, la superficie que tiene condiciones de sequía extrema se ubica en torno a las 888.000 hectáreas, mientras que 7,5 millones de hectáreas se encuentran en un estado hídrico regular, lo cual significa que si bien puede tener una afectación en su rendimiento, nuevas lluvias podrían detener su deterioro.

De esas 888.000 hectáreas, la mayor parte corresponden a soja, puntualizó Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la institución.

La Bolsa porteña ya realizó recortes a la estimación de producción en ambos cultivos producto de la falta de lluvias y la ola de calor extrema que se dio en enero.

Así, ajustó a la baja la producción de maíz de 57 a 51 millones de toneladas, mientras que en soja fue de dos millones al pasar de 44 a 42 millones de toneladas.

Respecto al maíz, Copati dijo a la agencia Télam que el 24% de las superficie implantada se encuentra en un estado entre regular y de sequía, siendo este último estado solo el 1% del total.

Según remarcó, las zonas más perjudicadas son el núcleo norte, sur y centro-este de Entre Ríos.

En términos generales, esto quiere decir que este año podemos tener pérdidas de rendimiento y finalizar el ciclo con productividades por debajo de los promedios históricos en zonas importantes en estas regiones”, expresó.

Fuente: Télam

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