Las dos últimas noches de octubre, después de tres décadas, fueron las más largas y oscuras para productores agropecuarios y para muchas bodegas del país. Las condiciones atmosféricas trajeron consigo heladas tardías, una de las adversidades climáticas más difíciles de enfrentar para la agricultura en general y la vitivinicultura en particular.
Los daños de estos eventos suelen tornarse visibles con el paso de los días, pero esta vez, dos noches de temperaturas bajo cero durante largos periodos, los han dejado a la vista de inmediato.
Con eventos que comenzaron de manera parcial a inicios de octubre en todas las zonas productivas del país, esta vez se hicieron sentir de manera más generalizada en las de mayor producción vitivinícola del oeste, desde la Patagonia en la noche del domingo, hasta los Valles Calchaquíes en la mañana del miércoles 2 de noviembre.
La congoja de muchos productores es plena de amargura, pues son muchos los que aseguran que perdieron toda la cosecha futura.
“Sabemos que en algunas zonas las pérdidas han sido significativas, estamos evaluando junto a nuestros socios los porcentajes finales”, comunicaron desde Bodegas de Argentina, luego de conocerse los perjuicios ocasionados por las heladas tardías.
De hecho, la cámara empresaria que nuclea a la mayoría de las principales bodegas de todo el país ha manifestado expresamente la preocupación de productores y bodegas frente al nivel de pérdidas y, en un comunicado, solicita al Estado nacional, Estados provinciales y municipales el acompañamiento económico que tan extrema situación amerita.
“Mermas en la producción que en algunos casos llegan a ser totales, deben ser amparadas por los mecanismos de crisis previstos para estas situaciones, créditos accesibles, baja o suspensión de impuestos, tasas, aportes y contribuciones que habitualmente aportan quienes producen uvas y vinos, eliminación de acuerdos y leyes que se dictaron con el solo objetivo de controlar un stock y una producción que está vez, será dominada por la escasez”, dice el escrito.
Estas deben ser las medidas “que las administraciones gubernamentales implementen a la brevedad para dar continuidad, proteger los puestos de trabajo y el abastecimiento de los mercados más críticos, a la espera de una nueva cosecha”, sigue el pedido de los dirigentes y empresarios del sector.
Las autoridades de Bodegas de Argentina, además, han gestionado reuniones con las autoridades nacionales y provinciales. “Solicitamos que el gobierno, en todos sus estamentos, legislativas y ejecutivas, de control y fiscalización, sepan acompañar un sector con fuerte impacto en las economías regionales, de mano de obra intensiva y que representa al país en el mundo. Necesitamos que se lleve a sus protagonistas, productores y bodegas, el alivio necesario que la situación amerita”, cierran.
FUENTE: Mendoza online