En Córdoba, la superficie de trigo estimada llega a 870 mil hectáreas con una variación histórica del 17%. La Implantación del cereal presenta un avance del 76%. En garbanzo, la implantación en la provincia, está en un 95% de la superficie estimada o el equivalente a 10 mil hectáreas.
En el comienzo de la campaña fina en Córdoba, el trigo y el garbanzo presentan razonables estados generales. En el caso del cereal, los trabajos e implantación durante la primera quincena de junio, alcanzaron el 76% de la superficie estimada o el equivalente a 872.000 hectáreas. Según la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), el avance de siembra es superior al registrado para el mismo período, pero del año anterior.
“El trigo en la provincia se encontraba atravesando sus primeras etapas fenológicas, presentando la mayoría de los lotes plantas con una y dos hojas desarrolladas. Al tener pocos requerimientos hídricos durante estos estadios, el 90% del trigo de Córdoba se encontraba entre excelentes y buenas condiciones. El 10% restante, con un estado general regular y malo, se lo atribuye a sectores con falta de agua y leves daños por helada”, consideraron técnicos del Departamento de información Agronómica (BCCBA).
Las mismas fuentes, agregaron que “en materia de plagas, se detectaron casos puntuales de gusano blanco (Diloboderus) y pulgón verde de los cereales (Schizapis graminum).
En tanto, en la Región Núcleo, la siembra triguera presenta 1 M de ha sembradas (contra una siembra 1,3 M de ha el año pasado). Gran parte de las 300.000 hectáreas que no pudieron sembrarse con trigo pasarían a hacerse con maíz. En el noroeste bonaerense, se dejó de sembrar el 60% del trigo por falta de humedad.
“Se trata de la superficie triguera más baja de los últimos 8 años en la región núcleo. Al inicio de la siembra, la necesidad financiera del sector tras la sequía, obligaba a muchos a sembrar el trigo aún sin disponer del agua mínima requerida en los suelos. Pero hacia fines de abril el 80% de los suelos de la región estaban entre sequía y escasez hídrica. En ese entonces se habla de que la intención triguera podría caer entre un 15% a un 60%. Las lluvias de fines de mayo recargaron de humedad solo la mitad este de la región. Allí, pudo concretarse la siembra de todo lo intencionado e incluso sumar algunos lotes más. Sin embargo, el otoño dejo un déficit de 50 a 85 mm en el oeste. Finalmente, quedaron afuera las 100.000 ha que esperaban concretarse en la última semana. De esta manera, el área de trigo en la región cierra con 1 M ha: 300.000 ha menos que en la campaña anterior y 100.000 menos de lo que se esperaba hasta hace una semana”, opinaron desde la Guía Estratétiga del Agro (GEA).
Un mapeo de la Región indica que en subzona I, se sembraron todos los lotes de trigo que estaban previstos. Se estima, que la superficie implantada fue un 30% menor que la del año pasado. En subzona II, Bigand pudo sembrar el trigo en su totalidad lo que significa un 5% más que el año pasado. En subzona III, se presentaron dificultades por las condiciones climáticas produciendo demoras en barbechos e ingreso a los lotes. Sin embargo, la siembra de trigos largos, esta concluída. En subzona IV, la reducción de área fue significativa en el partido de General Villegas con un recorte de 60 por ciento. En subzona V, Viamonte en el sudeste cordobés, la siembra cayó por falta de humedad suficiente. En Corral de Bustos, se sembró un 30% menos que en el ciclo anterior.
En materia de garbanzo, la siembra en Córdoba, hacia principios de junio llegó al 95% de los lotes proyectados para la campaña 2023/24. El porcentaje es similar al logrado en la campaña anterior. El 76% del cultivo, presentaba hoja desarrolladas. El 70% de la leguminosa, comenzó el ciclo en excelentes condiciones y buenos estados generales, informaron ingenieros de (BCCBA).