Un equipo de investigación del INTA El Colorado desarrolló un cultivar adaptado a la región, de alta calidad nutritiva y con alto rendimiento para la producción de harinas aptas para celíacos. Se trata de un aporte tecnológico destacado para la agricultura familiar y que cuenta con el apoyo del Ministerio.
Avatí Sa “yju es el nuevo maíz amarillo obtenido por el INTA El Colorado, Formosa. Su nombre en guaraní representa la idiosincrasia gastronómica de una región íntimamente vinculada con este cultivo y su harina. Platos tradicionales como la sopa paraguaya, el vorí vorí, el chipá guazú, el mbeju mestizo, la chipa so”o rellena con carne y otros panificados tienen a la harina de maíz amarillo como protagonista.
“Avances como estos demuestran la importancia de la labor de nuestros investigadoras e investigadores en todo el territorio nacional, trabajando cerca de las necesidades y oportunidades de la producción local, donde la solución o el impulso científico tecnológico llega desde la misma provincia, desde la misma región. Son ejemplos concretos de la equidad territorial que venimos construyendo”, señaló Luis Basterra, ministro de Agricultura de la Nación.
Diana Piedra, directora del Centro Regional Chaco-Formosa del INTA, dijo: “Se trata de un germoplasma mejorado, pero adaptado a la zona agrícola de la provincia de Formosa que se destina sobre todo a la alimentación humana y, en este caso, muy ligado a la cultura culinaria de la región ya que es ideal para la preparación de comidas típicas ligadas a las raíces de los pequeños productores formoseños”.
Un logro con gran potencial
La nueva variedad de Maíz Amarillo Avatí SA “YJU INTA fue desarrollada por el equipo de investigación del INTA El Colorado en Formosa para dar respuesta a las demandas de los agricultores familiares y consumidores de la región. Luego de varios años de trabajo en mejoramiento genético se logró una variedad adaptada a la zona que atiende a aspectos vinculados con el tipo de suelo, clima subtropical, malezas, presencia de insectos plagas existentes en la región, entre otros.
Si bien el potencial de rendimiento de esta variedad es de entre 3.000 a 3.500 kilogramos por hectárea, menores a los maíces híbridos forrajeros, su rendimiento en producción de harina supera el 90 % y cotizan entre dos y tres veces más en el mercado. Es que la harina de maíz amarillo reúne condiciones óptimas con elevada calidad nutritiva para la alimentación humana en general y para celíacos, en particular.
Además se trata de un cultivar con capacidades para adaptarse tanto a los modelos productivos agroecológicos como a los intensivos. Otro de los aspectos importantes es que los productores pueden obtener sus propias semillas.